La clave para optimizar el uso de aire comprimido es identificar todas las aplicaciones de soplado. No solo son las aplicaciones que utilizan más aire comprimido, sino que también son las aplicaciones con mayores posibilidades de ahorro. Si el aire comprimido se usa de la manera correcta, es posible reducir el consumo de aire comprimido en un 35 por ciento.
En Europa, aproximadamente el diez por ciento del uso de energía de la industria se usa para crear aire comprimido. Del total del uso del aire comprimido, los actuadores usan solo el 20 por ciento y las herramientas accionadas por aire comprimido usan alrededor del cinco por ciento. Un 15 porciento adicional se pierde debido a fugas. Finalmente, el mayor uso de aire comprimido, siendo el 50%, es el soplado con aire comprimido. En realidad, no resulta tan extraño ya que un cilindro no usa tanto aire comprimido como una aplicación de soplado.
Una forma sencilla de optimizar el uso de aire comprimido es instalar una boquilla de aire. Esto no solo optimizará el uso, sino que también permite utilizar el aire circundante, reduciendo a la mitad el nivel de sonido y minimizando el riesgo de accidentes laborales. Esto es posible gracias a una técnica especial de soplado. Si el aire comprimido se usa de la manera correcta, es posible reducir el consumo de aire comprimido en un 35 por ciento.